El Himno gallego está compuesto por «O bardo de Bergantiños», el insigne poeta gallego Eduardo González Pondal (Ponteceso, La Coruña 8/2/1835 – La Coruña 8/3/1917). La música es del compositor gallego Pascual Veiga, natural de Mondoñedo.
La composición consta de diez estrofas más, que no fueron incorporadas al himno. Éste fue estrenado el 20 de diciembre de 1907 en el Gran Teatro del Centro Gallego de La Habana (actual Embajada de España en Cuba).
Producto de una cultura propia y reflejo del ambiente cultural y social que fué conformando a lo largo de la historia una identidad singular, el himno gallego aparece como el símbolo acústico más solemne y trascendental de Galicia como comunidad política. Es estrenado en 1907 en La Habana, fruto, como la bandera y el escudo, de la emigración. En 1908 se hará oficial. En su elaboración se conjugan las partituras de Pascual Veiga y el poema Os Pinos de Eduardo Pondal. El motivo central es muy sencillo: que Galicia despierte de su sueño y emprenda el camino hacia la libertad.
El nombre de Galicia no figura en ninguna parte del poema, como es habitual en Pondal, siendo sustituido por Fogar de Breogan. Se le pide que despierte de su sueño, que no olvide las injurias y que escuche la voz de los pinos rumorosos, que no es otra cosa que el pueblo gallego.
Desde 1907 hasta 1923 el himno gallego fué cantado por regionalistas y agraristas en sus actos y poco a poco fué siendo aceptado por muchos más. Los centralistas lo asumirán, finalmente, en la campaña electoral de 1977. Durante la época anterior a la República se prohibieron todos los símbolos regionales. Entonces, las sociedades gallegas de Ámerica intensificaron su interés por la expresión pública del himno. Con la II República el amor hacia él se intensificó como expresión de una Región dentro del Estado Integral que se había constituido. Durante el periodo franquista, hasta la etapa de aperturismo, sólo se cantaba, como mucho, en actos culturales y como una canción más dentro del folklore gallego. Desde 1960 comienza a interpretarse de modo más explícito, aunque disimulando sus aspectos ideológicos.
En 1975, mientras tenían lugar unos actos folklóricos en la fiesta del Apóstol, la gente comenzó a levantarse mientras el himno sonaba. Al año siguiente se instauró esta costumbre de modo definitivo en la Plaza de la Quintana, ratificado también por las autoridades asistentes. Además del celtismo y helenismo siempre presentes en la obra de Pondal, fué su capacidad para penetrar en los sentimientos del pueblo y expresar sus aspiraciones fundamentales, lo que posibilitó su éxito.
Himno gallego
¿Qué din os rumorosos ¿Qué din as altas copas Do teu verdor cinguido Os bos e xenerosos Os tempos son chegados |
Traducción libre
¿Qué dicen los rumorosos ¿Qué dicen las altas copas [qué dicen] De tu verdor ceñido Los buenos y generosos Ya ha llegado el momento |